Unidades diagnósticas
Los niños pueden presentar enfermedades oculares similares a las de los adultos y otras propias de la infancia. Los primeros años de vida son fundamentales para el adecuado desarrollo de la visión:
La agudeza visual (visión de cada uno de los ojos) es muy baja en el recién nacido y, dándose las condiciones adecuadas, llegará al 100% entre los 5 y los 7 años.
La estereopsis o visión en 3 dimensiones (visión de ambos ojos al mismo tiempo) es muy importante para desarrollar muchas habilidades necesarias en nuestra vida diaria.
Ambas pueden verse amenazadas por patologías orgánicas como tumores, glaucoma… o funcionales como el ojo vago o el estrabismo. Es por eso tan importante el diagnóstico precoz en niños de los defectos oculares para que sean corregidos a tiempo, pues una vez termine el desarrollo visual (en torno a los 10 años) las secuelas existentes persistirán de por vida.
Cuando ha habido problemas durante el embarazo o parto o si el niño nació prematuro.
Si los padres utilizan gafas o han tenido ojo vago o estrabismo.
Si hay antecedentes familiares de enfermedades oculares.
Cuando los padres observen en un niño que:
Tiene lagrimeo frecuente
La pupila tiene un reflejo blanco
Le molesta mucho la luz.
Parpadea mucho o se frota los ojos.
Se acerca mucho a la tele o al papel.
Padece dolores de cabeza.
Tiene los ojos enrojecidos.
Tuerce uno o ambos ojos o la cabeza al fijar la vista.
Tiene dificultad para el dibujo, escritura, lectura.
Parece demasiado “torpe” para su edad.
El niño se queja de que no ve bien o se le juntan o cruzan las letras.
En los primeros meses de vida se puede realizar screnning de patologías como glaucoma congénito, retinoblastoma, enfermedades retinianas… y pueden presentarse obstrucción de la vía lagrimal y estrabismos congénitos, así como anomalías palpebrales e intraoculares.
Durante los primeros 4 años pueden aparecer los primeros síntomas de estrabismo y pueden detectarse y corregirse también defectos de refracción.
Entre los 4 y los 10 años es donde se detectan y tratan la mayor parte de los estrabismos, ojos vagos y defectos de refracción.
Es imprescindible una visita al oftalmólogo cuando se dan cualquiera de las circunstancias descritas anteriormente o a los 4-5 años si no se ha hecho antes para poder estar seguros del correcto desarrollo visual del niño. Existe un gran número de ojos vagos incurables por detectarse demasiado tarde debido a que el niño ve muy bien con el otro ojo y esto hace que la patología pase desapercibida para los padres y maestros.
Diagnóstico y tratamiento de defectos de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo).
Diagnóstico y tratamiento de la ambliopía u ojo vago.
Diagnóstico y tratamiento médico y quirúrgico del estrabismo en niños.
Diagnóstico y tratamiento de enfermedades de las vías lagrimales, retina, glaucoma.
Diagnóstico y tratamiento quirúrgico y con toxina botulínica del estrabismo en adultos.