El Doctor José María Soriano nos habla con claridad de los peligros que entrañan los láseres que se manejan como juguetes y cómo afectan a nuestros ojos. Por fin, claridad profesional sobre este asunto.
La potencia de los dispositivos láser está clasificada del uno al cuatro, de manera que a mayor numeración, mayor potencia y peligrosidad. Sólo la clase 1 es inocua (impresoras láser, lectores de CD), siendo la clase 4 peligrosa para los ojos incluso ante radiación indirecta (láser de soldadura, y la mayoría de los láseres oftalmológicos).
Los punteros láser, en función de sus características, están clasificados como clase 2 (los menos potentes), o clase 3 (los más potentes). Los de clase 2 no producen daños en la piel, con lo que ante la incidencia del rayo, basta con cerrar los párpados.
La clase 3 es más peligrosa ya el ojo puede recibir un nivel de radiación por encima del umbral de seguridad durante
las 25 centésimas de segundo que tarda el párpado en cerrarse.
En el siguiente vídeo vemos el uso violento por parte de aficionados de fútbol contra deportistas, también ha habido detenciones por su uso contra aviones, etc.
El BOE del 6 de agosto de 1999 recoge la limitación de la venta de todos los punteros «de clase 3 y superior» (excepto los de un uso profesional que debería acreditarse) y de «los que tengan apariencia de juguete o inciten al juego, se expongan junto a productos infantiles o no tengan la información de etiquetado en la lengua española oficial del Estado». Aun así, se calcula que prácticamente la mitad de los punteros láser de luz roja no cumple con la legalidad, una cifra que sube hasta el 90% cuando se trata de láseres de luz verde.
Los punteros láser representan por tanto un grave peligro para los ojos si se usan inadecuadamente, pues no son juguetes.
La revista The New England Journal of Medicine, publicó en 2018 unas imágenes correspondientes a un caso clínico atendido en el hospital de Larissa, Grecia, donde hallaron en un varón de nueve años que acudió a consulta por por baja visión de un ojo, un agujero macular irreversible. El niño había estado jugando con puntero láser verde mirando al rayo de luz en repetidas ocasiones.
La revista Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología, también publicó un artículo en 2016 sobre maculopatía por punteros láser, declarándola como posible nuevo problema de salud pública, de acuerdo a los casos registrados en Reino Unido y España ya que este tipo de dispositivos, en principio de uso docente, son fácilmente adquiribles en
establecimientos no autorizados o por internet, formando a veces parte de juguetes, lo que hace que los padres no perciban el peligro de estos dispositivos.
Como conclusión, no deben comprarse punteros láser en establecimientos no autorizados, y debe desconfiarse de los dispositivos que no estén debidamente etiquetados.
Los punteros nunca deben ser dejados al alcance de los niños, y nunca debe apuntarse con ellos directamente a los ojos.