Las mascarillas se han convertido en un accesorio obligatorio. ¿Sabes cómo utilizarlas de forma correcta para evitar molestias y efectos adversos?

Hace casi un año que las mascarillas llegaron a nuestra vida. Esto modificó por completo los hábitos y rutinas cotidianos. Aunque son indispensables para reducir el riesgo de contagio, pueden tener algunos efectos secundarios sino se utilizan de forma correcta.

Está comprobado que el distanciamiento social, el lavado frecuente de manos y el uso de mascarillas son la clave para minimizar el riesgo de contagio y reducir así el impacto que la Covid-19 está teniendo sobre el conjunto de la población mundial.

Pero el uso continuado de mascarillas está provocando algunos efectos secundarios en la población. Los más frecuentes están relacionados con molestias dermatológicas; acné, piel seca, labios agrietados, picazón o erupciones. También incomodidad, dificultad para respirar o molestias detrás de las orejas. En cuanto a nuestra salud visual; el flujo de aire que genera la mascarilla, desestabiliza la película lagrimal y afecta a la evaporación de la lágrima, lo que puede provocar «ojo seco». Además, en aquellas personas que utilizan gafas, el que se empañen los cristales representa una dificultad añadida para una correcta visión. A esto hay que añadir que la realización de ciertas actividades se puede convertir en un peligro al no poderse desempeñar en condiciones óptimas, como por ejemplo: conducir.

¿Cómo reducir los efectos adversos?

Procura mantener los ojos hidratados. Para ello, siempre y cuando no se incumplan las medidas de seguridad, la Academia Estadounidense de Dermatología, recomienda hacer un descanso en el uso de mascarillas de 15 minutos cada 4 horas de uso, permitiendo que los ojos se recuperen y aplicar gotas lubricantes para que se mantengan hidratados. Es esencial lavar de forma minuciosa las manos antes de manipular la mascarilla y antes de aplicarse las gotas.

Evita que se empañen las gafas. El primer paso es ajustar bien la mascarilla en la zona de la nariz evitando así que el vaho suba. El uso de toallitas específicas o tratamientos antivaho para las lentes, también reduce la posibilidad de que se empañen. Otra opción es colocar un pañuelo de papel sobre la nariz y colocar la mascarilla encima. También puede utilizarse una tirita o esparadrapo, pero se desaconseja para uso frecuente porque puede irritar la piel.